martes, 10 de agosto de 2010

LOS DERECHOS DE LOS DEMAS

Después  de un descanso vuelvo a publicar un comentario porque me parece muy adecuado para el tema, ya que pronto podría llegar al mundo de los médicos esta situación.

Atendiendo a un paciente con traumatismo facial importante, el medico pretende ingresarlo a cirugía y decide notificar a los familiares o a la esposa.

Cuando llega a la sala de espera encuentra a su esposo...

¿Los médicos están preparados para tratar por igual a todos?

A los médicos se les ha inculcado el modelo tradicional de familia durante su formación y por ende cualquier otro modelo de familia les resulta inadecuado o "escandaloso"

En este momento la Corte Suprema de Justicia de México esta legislando sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y su validez en los estados que han firmado el pacto federal. Y parece que ellos han entendido que la constitución al hablar de personas no hace una distinción de genero y que a diferencia de las posturas religiosas, una familia no necesariamente sirve para reproducción solamente.

Esto tendría repercusiones en el ámbito publico y legal, ya  que  ahora las consultas institucionales podrían tener presente al esposo o esposa, que para nuestro  modelo ancestral de formación resultara un shock transcultural. ¿ Trataría igual el medico a su paciente al darse cuenta de sus preferencias sexuales?

Lo malo es que nos olvidamos de que existen familias solamente formadas por mujeres, que cuidan a sus hijos sin una presencia masculina y esto desde hace mucho tiempo, ya que las mujeres solteras, divorciadas, núcleos familiares femeninos. Y ese patrón de formación no ha vuelto a sus hijos unos inadaptados sociales.

¿Otro modelo raro? Los que han sido criados en orfanatorios, sin una figura masculina o femenina dominante, siempre al cuidado de una monja o una trabajadora social.  ¿Son personas diferentes?

Cualquier modelo de crianza tiene problemas en sus resultados finales, y no creo que alguno sea un resultado maligno.

Creo que es momento para poder darle un trato digno a cualquier persona sin importar sus creencias, su estilo de vida o su apariencia.

Es momento de poner a prueba nuestra profesión, atender a cualquiera que nos necesite o como dice el aforismo: "HACER EL BIEN SIN MIRAR A QUIEN"